lunes, 31 de agosto de 2009

Oración por el XXI Capítulo General




















Te alabamos Señor, Dios nuestro,
Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Tú inspiraste a Marcelino Champagnat
para trabajar por tu Reino,
dar a conocer a Jesucristo
y hacerlo amar en las circunstancias
concretas de las gentes de su tiempo,
especialmente los pobres.

Tú le diste a María como recurso ordinario
y modelo del “sí” ilimitado
para responder a tu llamada con valentía y decisión.

Tú has otorgado a generaciones de hermanos y laicos
el mismo celo por trabajar
para hacer nacer la vida de Cristo
en este mundo que cambia constantemente.

Te damos gracias
por las bendiciones abundantes
que derramas sobre nuestro Instituto
en todos los aspectos de su vida y misión.

Te agradecemos que el carisma marista haya crecido a lo largo del tiempo hasta ser cada vez más significativo.

Nos alegramos con los numerosos
hombres y mujeres que siguen compartiendo y manteniendo vivo
el sueño de Marcelino de acercar a los jóvenes a Jesús y María.

Como Champagnats de los tiempos modernos, somos conscientes de
los retos que se nos plantean en las realidades del mundo
y de los jóvenes. Llénanos de sabiduría para que veamos claramente
el camino por el que nos conduces a fin de que podamos continuar
siendo signos de tu presencia amorosa en nuestros días.

Da a los delegados de nuestro XXI Capítulo general apertura de mente
y generosidad de corazón para saber interpretar los signos
de los tiempos. Inspírales para que disciernan sinceramente
lo que Tú quieres para nuestro Instituto.

Y mientras vamos avanzando en la fe, la esperanza y el amor
hacia los doscientos años de presencia marista en medio de los jóvenes,
crea en nosotros corazones nuevos para un mundo nuevo.

Amén

No hay comentarios:

Publicar un comentario